Franz Liszt. Música y Espiritualidad.

Franz Liszt (1811-1886) fue un destacado compositor y un virtuoso del piano al que se considera el padre de la música programática (música creada a partir de una historia o un motivo extramusical) y que él mismo se definía como un músico-filósofo.

La vertiente espiritual de Liszt, vinculada a la religiosidad, se puso de manifiesto en los últimos años de su vida, cuando ésta se torna muy introspectiva.

Para Liszt la música no era un fin en si misma, era un instrumento con el que acercar al ser humano a Dios. Esta concepción le llevó a adoptar actitudes radicales que no le beneficiaron profesionalmente. A pesar de las críticas, no solo no se amedrentó si no que se consideró moralmente obligado a ofrecerle al público las mejores creaciones artísticas para que, a través de ellas, se purificase y se elevase hacia Dios.

Liszt tuvo que soportar la incomprensión de muchos de sus contemporáneos. Producto de esto, su obra cae en el olvido hasta tiempos recientes, a pesar de su altísimo nivel y de su indiscutible calidad.

A continuación presentamos algunas de sus composiciones más espirituales.