Completamos el grupo de grandes piezas del Clasicismo (1750-1820) en el piano con la selección que se presenta a continuación.
Serenata Núm. 13, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Esta serenata, conocida como “Pequeña serenata nocturna” la escribió Mozart para un cuarteto de cuerda. Se trata de una pieza con una melodía vibrante y alegre que es el propio Mozart en esencia.
Sinfonía Núm. 5 en Do Menor, de Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Esta sinfonía se compuso en la primera década del siglo XIX y consta de cuatro movimientos: un Allegro con brío, un Andante con moto, un Scherzo Allegro y un Allegro.
El primer movimiento es el más conocido de la historia de la música occidental.
Sonata para piano Núm. 14 – Claro de Luna, de Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Esta es una pieza delicada y ensoñadora, de hecho, su título original es “Casi una fantasía”.
El Claro de Luna de Beethoven es ideal para el trabajo de los pedales del piano.
Para Elisa, de Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Esta pieza es una composición musical ágil y corta, sin más pretensiones. Está conformada por arpegios escurridizos que precisan de una perfecta coordinación entre ambas manos.
Esta obra se hizo pública de forma póstuma, cuarenta años después de la muerte del compositor.
