Seguimos con el ciclo de grandes piezas clásicas en el piano adentrándonos en los compositores y obras del Romanticismo (1810-1910).
Preludio Op.28 en Mi Menor, de FrédéricChopin (1810-1849)
Esta pieza, que Chopin pidió que fuese tocada en su funeral, es una pieza bella y elegante , pero también inevitablemente desesperada, con un smorzando final que implica un desvanecimiento.
Balada Op.23No.1 en Sol Menor, de FrédéricChopin (1810-1849)
Esta balada es la primera de cuatro que Chopin compuso entre 1835 y 1836. Se trata de una balada que tiene ciertas semejanzas con un allegro de sonata. Es una pieza compleja, pero ideal para que un intérprete virtuoso pueda lucirse debidamente. Más de una vez se han utilizado fragmentos de esta balada en el cine, de hecho, en 2002, en la película “El Pianista” se realiza un arreglo de tres minutos que podemos escuchar en la escena en que un oficial alemán solicita al protagonista que toque algo en el piano de una casa derruida utilizada como cuartel por los soldados alemanes.
Nocturno en Si Bemol Menor, Op. 9 No. 1, de FrédéricChopin (1810-1849)
Esta pieza, que consta de gran libertad rítmica, se caracteriza por asignarle a la mano izquierda una secuencia interrumpida, mientras que la derecha se mueve libremente describiendo patrones de siete, once, veinte y veintidós notas.
Nocturno en Si Bemol Mayor, Op. 9 No. 2, de FrédéricChopin (1810-1849)
Este es el Nocturno más conocido de Chopin. La pieza comienza con una melodía en legato con saltos elegantes hacia arriba. Esta melodía se escucha tres veces a lo largo de la pieza, pero en cada repetición se suman nuevos tonos decorativos y trinos elaborados. No obstante, la pieza incluye una melodía subordinada tocada en rubato.
