Busca un lugar ranquilo, que esté bien ventilado y que tenga una luz tenue o suave. Ahora acuéstate cómodamente sobre una superficie confortable y dale play a la meditación guiada que te presentamos. Cierra tus ojos y escucha atentamente a la monitora. Deja que su voz te guíe.
Con este ejercicio apredemos a superar el miedo.